Cuando son usadas correctamente son de gran utilidad, sin embargo con frecuencia hemos observado molestias y lesiones en la edad pediátrica originadas por el uso incorrecto de las mochilas, entre las que enumeramos dolor de espalda, cuello y contracturas musculares de hombros. Algunas recomendaciones para tener en cuenta:
- Tener correas anchas y acolchadas: las correas estrechas pueden lastimar y encajarse en los hombros, causar dolor y restringir la circulación.
- Mochila de 2 correas: las mochilas de una sola correa no distribuyen el peso de manera correcta y propician una posición con escoliosis.
- Usar una correa con soporte en las caderas para las cargas más pesadas.
- Cuando se transporte la mochila, usar ambas correas, firmemente ajustadas, procurando mantener la bolsa unos 5 centímetros por sobre la cintura.
- Acolchonamiento de la pared posterior de la mochila: protege contra objetos puntiagudos que incrementan la incomodidad y la correcta distribución del peso.
- Mochila liviana: no debe incrementar notablemente el peso por sí misma. En total la mochila no debe ser cargada con un peso superior al 10 a 20% del peso del niño.
- Mochila con ruedas: Este tipo de mochila es útil si el estudiante debe transportar mucho peso pero debe recordarse que frecuentemente hay necesidad de cargarla para subir y bajar escaleras, micros escolares y son difíciles de rodar en superficies irregulares.
- Ordenar la mochila, instalando los elementos más pesados en el centro y cerca de la espalda, manteniéndola permanentemente ordenada.
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